En el mundo del running, el progreso no se trata solo de correr más rápido o por más tiempo. Para muchos corredores, el verdadero avance se encuentra en los detalles; y hoy, gracias a la tecnología, esos detalles están más accesibles que nunca. El uso de datos se ha convertido en una herramienta esencial para mejorar el rendimiento, optimizar los entrenamientos y evitar lesiones. Hoy, exploraremos cómo puedes aprovechar la ciencia del running para alcanzar tus objetivos.

1. Conociendo tus métricas clave

      Para mejorar, primero necesitas entender qué métricas son relevantes para ti como corredor. Algunos de los datos más comunes incluyen:

      Frecuencia cardíaca: Monitorear tu frecuencia cardíaca te permite entrenar en la zona de intensidad adecuada, evitando tanto el sobreentrenamiento como el subentrenamiento.

      Ritmo: Conocer tu ritmo en diferentes tipos de entrenamientos te ayuda a ajustar la velocidad y a planificar tu progreso a largo plazo.

      Cadencia: La cantidad de pasos que das por minuto es crucial para mejorar la eficiencia y reducir el riesgo de lesiones.

      Variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC): Este dato avanzado proporciona información sobre tu recuperación y el estrés que está soportando tu cuerpo.

      2. La importancia del seguimiento

      Registrar y analizar tus datos no solo te permite ver cómo estás progresando, sino que también te ayuda a identificar patrones y áreas de mejora. Hoy en día, hay numerosas aplicaciones y dispositivos que hacen esto por ti, desde relojes inteligentes hasta aplicaciones de running. Estas herramientas pueden brindarte gráficos y análisis detallados de tu rendimiento, permitiéndote hacer los ajustes necesarios en tu entrenamiento.

      3. Entrenamiento basado en zonas de frecuencia cardíaca

      El entrenamiento basado en zonas de frecuencia cardíaca es una de las aplicaciones más efectivas del análisis de datos en el running. Dividiendo tu frecuencia cardíaca en diferentes zonas (desde la zona de recuperación hasta la zona de esfuerzo máximo), puedes personalizar tus entrenamientos para maximizar el rendimiento y evitar el agotamiento. Entrenar en la zona correcta te ayuda a mejorar la capacidad aeróbica, aumentar la resistencia y mejorar tu velocidad.

      4. Prevención de lesiones con datos

      Uno de los mayores temores de cualquier corredor es la lesión. Afortunadamente, el análisis de datos puede ayudarte a prevenirlas. Por ejemplo, monitorear la cadencia y la oscilación vertical (cuánto se desplaza tu cuerpo hacia arriba y hacia abajo con cada paso) puede revelar problemas en la técnica que podrían llevar a una lesión. Además, los dispositivos modernos pueden alertarte cuando detectan signos de fatiga, permitiéndote ajustar tu entrenamiento o tomar un día de descanso.

      5. Personalización de tu plan de entrenamiento

      Con la cantidad de datos disponibles, no tiene sentido seguir un plan de entrenamiento genérico. Hoy en día, puedes crear un plan de entrenamiento personalizado que se adapte a tus necesidades específicas. Utilizando tus métricas de rendimiento, puedes diseñar un plan que se ajuste a tus metas, ya sea mejorar tu tiempo en un maratón, correr una media maratón o simplemente mantenerte en forma. La clave es ajustar el plan en función de los datos que recolectas a lo largo del tiempo.

      6. Mantente al tanto de la evolución tecnológica

      La ciencia del running sigue evolucionando. Nuevas tecnologías, como los análisis biomecánicos avanzados y la inteligencia artificial, están revolucionando la manera en que entrenamos. Mantente al tanto de las últimas innovaciones para asegurarte de que estás aprovechando al máximo lo que la ciencia tiene para ofrecer.

      Aprovechar los datos no solo te permite correr de manera más eficiente, sino que también te ayuda a hacerlo de manera más inteligente. Ya sea que estés buscando mejorar tu rendimiento o prevenir lesiones, la clave está en los detalles ¡Usa la ciencia a tu favor!

      ¡Nos vemos en la meta!

      El otoño es una temporada de transición que trae consigo cambios significativos en el clima, la luz del día y, en muchos casos, en nuestra energía y motivación. Para los runners, estos cambios pueden influir en la forma en que entrenamos, la ropa que usamos y cómo cuidamos nuestro cuerpo. Aquí te dejo algunos consejos para ajustar tu rutina de running y aprovechar al máximo esta hermosa estación.

      1. Adapta tu vestimenta

      Con la llegada del otoño, las temperaturas empiezan a bajar, especialmente en las mañanas y al atardecer. Es crucial vestirse en capas, utilizando ropa que te mantenga seco y caliente. Un buen punto de partida es usar una camiseta de manga larga de material transpirable como base, y sobre ella una chaqueta ligera a prueba de viento y agua. No olvides incluir guantes y una gorra para proteger tus manos y cabeza del frío.

      2. Ajusta tu horario

      Con los días más cortos, es probable que necesites ajustar tu horario de running. Si prefieres correr al aire libre, considera salir más temprano o si corres al amanecer o al anochecer, asegúrate de llevar ropa reflectante y una luz frontal para mantenerte visible y seguro.

      3. Cuida de tus articulaciones

      El cambio de temperatura puede afectar tus articulaciones, especialmente si corres en superficies duras. Es importante realizar un calentamiento adecuado antes de salir a correr, incluyendo ejercicios de movilidad y estiramientos dinámicos. Además, considera incorporar ejercicios de fuerza en tu rutina para fortalecer tus músculos y proteger tus articulaciones del impacto.

      4. Mantén tu motivación

      El clima más fresco y los días más cortos pueden hacer que sea más difícil salir a correr. Mantén alta tu motivación estableciendo metas claras para la temporada. Participar en carreras puede darte un objetivo para trabajar. Además, correr en compañía de amigos o unirte a un grupo de running puede hacer que los entrenamientos sean más divertidos y llevaderos.

      5. Escucha a tu cuerpo

      El otoño es una temporada de adaptación, y es importante escuchar a tu cuerpo durante este tiempo. Si te sientes más cansado de lo habitual, tómate un día de descanso extra o reduce la intensidad de tus entrenamientos. El descanso es esencial para evitar lesiones y mantener tu cuerpo en equilibrio.

      6. Planifica tus carreras

      El otoño es una excelente temporada para participar en carreras. El clima fresco suele ser ideal para lograr buenos tiempos y disfrutar del paisaje. Busca carreras que se alineen con tus objetivos y ajusta tu entrenamiento para prepararte adecuadamente. Aquí te dejamos las que tenemos disponibles para ti en este momento.

      Sal y aprovecha lo mejor del otoño.

      ¡Nos vemos en la meta!

      Elegir los sneakers adecuados para correr es crucial para mejorar tu rendimiento y prevenir lesiones. Aquí te dejamos algunos consejos para que encuentres el par perfecto:

      1. Conoce tu tipo de pisada

      El primer paso es identificar tu tipo de pisada. Existen tres tipos principales:

      • Pronador: El pie tiende a girar hacia adentro.
      • Supinador: El pie tiende a girar hacia afuera.
      • Neutro: El pie mantiene una alineación recta.

      Puedes determinar tu tipo de pisada observando el desgaste de tus zapatos actuales o consultando a un especialista.

      2. Considera el terreno

      El tipo de superficie en la que corres influye en la elección de tus sneakers:

      • Asfalto: Busca zapatillas con buena amortiguación.
      • Trail: Necesitarás zapatillas con mayor tracción y soporte.
      • Pista: Opta por zapatillas ligeras y con buena respuesta.

      3. Frecuencia e intensidad del entrenamiento

      Si corres largas distancias o entrenas con frecuencia, necesitarás zapatillas duraderas y con buena amortiguación. Para entrenamientos más cortos o menos frecuentes, puedes optar por modelos más ligeros.

      4. Prueba antes de comprar

      Es fundamental probar varios modelos y marcas antes de tomar una decisión. Asegúrate de que las zapatillas se ajusten bien a tu pie, sin puntos de presión ni deslizamientos. Prueba correr un poco en la tienda para sentir cómo responden.

      5. No te dejes llevar solo por la apariencia

      Aunque el diseño es importante, la funcionalidad debe ser tu prioridad. Busca zapatillas que ofrezcan el soporte y la comodidad que necesitas, más allá de su apariencia.

      6. Consulta a un especialista

      Si tienes dudas, no dudes en consultar a un especialista en una tienda de running. Ellos pueden analizar tu pisada y recomendarte las mejores opciones según tus necesidades específicas.

      Elegir los sneakers adecuados para correr puede marcar una gran diferencia en tu experiencia como runner. Tómate el tiempo necesario para encontrar el par perfecto y disfruta de tus carreras con comodidad y seguridad.

      ¡Nos vemos en la meta!

      Se acerca el Maratón de la Ciudad de México 2024, uno de los eventos más emocionantes y desafiantes del año. Si estás pensando en participar y es la primera vez que corres en una ciudad tan alta o simplemente te interesa saber más sobre cómo la altitud afecta tu rendimiento, ¡sigue leyendo!

      ¿Qué hace que correr en altitud sea tan especial?

      Para empezar, la Ciudad de México está a 2,240 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud puede ser una ventaja o un desafío, dependiendo de cómo te prepares. Pero, ¿qué es lo que realmente pasa en nuestro cuerpo cuando corremos tan arriba?

      1. Menos oxígeno: A mayor altitud, el aire tiene menos oxígeno. Esto significa que tus pulmones y tu corazón tienen que trabajar más duro para llevar oxígeno a tus músculos.
      2. Aumento de glóbulos rojos: Como respuesta a la menor cantidad de oxígeno, tu cuerpo empieza a producir más glóbulos rojos. Esto es genial a largo plazo porque mejora tu capacidad de oxigenar los músculos, pero puede ser agotador al principio.
      3. Mayor deshidratación: El aire más seco y la respiración acelerada pueden llevar a una mayor pérdida de líquidos, así que ¡hidratarse es clave!

      ¿Cómo afecta esto a tu rendimiento?

      Correr en altitud puede sentirse como si estuvieras corriendo con una mochila pesada. Aquí hay algunos de los retos más comunes que enfrentan los corredores:

      • Fatiga más rápida: La falta de oxígeno significa que te cansarás más rápido. Lo que puede convertirse en un gran desafío.
      • Ritmo cardíaco elevado: Tu corazón trabajará más duro para bombear la misma cantidad de oxígeno, lo que puede hacer que te sientas más fatigado.
      • Mayor necesidad de recuperación: Después de una carrera en altitud, tu cuerpo puede necesitar más tiempo para recuperarse. Así que no te sorprendas si te sientes más cansado de lo normal.

      Consejos para enfrentar la altitud

      No te preocupes, ¡no todo es cuesta arriba! Aquí van algunos tips para que puedas enfrentar la altitud:

      1. Acostúmbrate gradualmente: Si es posible, llega a la Ciudad de México unos días antes del maratón. Esto le dará a tu cuerpo tiempo para adaptarse a la altitud.
      2. Hidrátate bien: La deshidratación es más común en altitud, bebe electrolitos antes, durante y después de tus carreras.
      3. Escucha a tu cuerpo: No intentes mantener el mismo ritmo que tienes al nivel del mar. Escucha a tu cuerpo y ajusta tu velocidad según cómo te sientas.
      4. Nutrición adecuada: Come alimentos ricos en hierro para ayudar a tu cuerpo a producir más glóbulos rojos.
      5. Entrenamiento en altitud: Si puedes, entrena en altitudes similares antes del maratón. Esto puede ser complicado, pero incluso una o dos semanas pueden hacer una gran diferencia.

      Y recuerda, más allá de la altitud, lo más importante es disfrutar del recorrido y la increíble experiencia.

      ¡Nos vemos en la meta!

      ¿Quieres darle un impulso a tu entrenamiento y mejorar tu rendimiento en la pista? ¡Entonces los entrenamientos de intervalos son tu mejor aliado!

      Descubre cómo puedes incorporarlos fácilmente en tu rutina de running.

      Primero, ¿qué son exactamente los entrenamientos de intervalos? Bueno, básicamente consisten en alternar entre períodos de alta intensidad y períodos de recuperación activa o descanso.

      ¿Por qué deberías agregar intervalos a tu rutina? La respuesta es simple: ¡te hacen más rápido y más fuerte! Estos entrenamientos desafían tu cuerpo de formas que el running continuo no lo hace. Te ayudan a aumentar tu capacidad aeróbica, mejorar tu resistencia y aumentar tu velocidad. Además, ¡queman más calorías en menos tiempo! ¡Es como el combo perfecto para alcanzar tus metas de running!

      Ahora, hablemos de cómo incorporar estos intervalos en tu rutina. Primero, determina tu objetivo. ¿Quieres mejorar tu velocidad en distancias cortas o tu resistencia en distancias más largas? Una vez que tengas claro tu objetivo, elige el tipo de intervalos que se adapte mejor a tus necesidades. Puedes optar por sprints cortos, intervalos de tempo, o incluso hacer hill repeats si te sientes aventurero.

      Luego, planifica tu sesión de entrenamiento. Empieza con un calentamiento adecuado para preparar tus músculos para el esfuerzo que se avecina. Después, realiza tus intervalos, alternando entre los períodos de alta intensidad y recuperación. No te olvides de mantener una buena técnica de carrera y escuchar a tu cuerpo. ¡El dolor de esfuerzo está bien, pero el dolor de lesión no lo es!

      Finalmente, no te olvides de enfriar adecuadamente al finalizar tu sesión. Estiramientos ligeros y un poco de hidratación son clave para una recuperación óptima. Y recuerda, la consistencia es clave.

      No esperes resultados milagrosos de la noche a la mañana, pero con el tiempo y la dedicación, verás mejoras significativas en tu rendimiento.

      Como cualquier actividad física, el running también conlleva riesgos de lesiones si no prestamos atención. Aquí compartimos contigo, algunos consejos sencillos para evitar esos contratiempos y mantener tus músculos en excelente forma.

      1. Calentamiento y estiramiento:

      No hay atajo aquí. Antes de lanzarte a la pista, dedica unos minutos a calentar tus músculos con algunos ejercicios de movilidad y un buen estiramiento. Esto preparará tu cuerpo para el desafío que se avecina y reducirá significativamente el riesgo de tirones y esguinces.

      2. Incrementa la intensidad gradualmente:

      Sé que a veces la emoción del momento puede llevarnos a querer correr a tope desde el principio. Pero la realidad es que tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse a las demandas del ejercicio. Así que toma las cosas con calma y aumenta la intensidad y la distancia de manera gradual para evitar sobrecargas y lesiones por sobreuso.

      3. Escucha a tu cuerpo:

      Tu cuerpo es tu mejor aliado, y te enviará señales cuando algo no está bien. No ignores esos pequeños dolores o molestias; en lugar de eso, detente y evalúa qué está causando el problema. A veces, solo necesitas un descanso o ajustar tu técnica de carrera para evitar lesiones más graves en el futuro.

      4. Fortalecimiento muscular y trabajo cruzado:

      No te limites solo a correr. Incorpora ejercicios de fortalecimiento muscular en tu rutina, especialmente aquellos que se centran en tus piernas, glúteos y core. Esto ayudará a equilibrar tus grupos musculares y a prevenir lesiones por desequilibrios musculares. Además, considera agregar actividades como la natación o el ciclismo para variar tu entrenamiento y reducir el riesgo de lesiones por sobreuso.

      5. Descanso y recuperación:

      ¡No subestimes el poder del descanso! Tu cuerpo necesita tiempo para recuperarse después de cada carrera. Asegúrate de programar días de descanso activo y días de recuperación en tu semana de entrenamiento. Además, no escatimes en horas de sueño; es durante el descanso cuando tus músculos se reparan y fortalecen, ¡así que dale a tu cuerpo el tiempo que necesita!

      6. Nutrición e hidratación adecuada:

      Por último, pero no menos importante, asegúrate de alimentar a tu cuerpo con los nutrientes adecuados. Una dieta equilibrada rica en proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales es esencial para mantener la salud muscular y prevenir lesiones. Y no te olvides de mantenerse hidratado antes, durante y después de tus carreras.

      Sigue estos consejos simples pero efectivos, y estarás en camino de disfrutar de kilómetros y kilómetros de pista sin preocupaciones. Recuerda, la clave es escuchar a tu cuerpo, darle el cuidado que se merece y disfrutar cada paso.

      ¡Nos vemos en la pista!

      ¿Listos para potenciar su rendimiento y llevar su carrera al siguiente nivel? Hoy vamos a sumergirnos en un aspecto clave del entrenamiento que a menudo se pasa por alto: ¡el entrenamiento de fuerza!

      Sabemos que muchos corredores se centran principalmente en sumar kilómetros y mejorar su resistencia aeróbica, pero agregar sesiones de entrenamiento de fuerza a tu rutina puede marcar una gran diferencia en tu desempeño y en la prevención de lesiones.

      Aquí tienes 5 beneficios que te harán considerar el entrenamiento de fuerza en tu rutina:

      1. Fortalecimiento muscular: Cuando corres, tus músculos trabajan en conjunto para moverte hacia adelante. El entrenamiento de fuerza ayuda a fortalecer esos músculos, lo que te permite correr más eficientemente y con menos fatiga.
      2. Mejora de la resistencia: No se trata solo de velocidad, sino también de resistencia. El entrenamiento de fuerza mejora la resistencia muscular, lo que te ayuda a mantener tu paso durante distancias más largas sin fatigarte tanto.
      3. Prevención de lesiones: Los corredores a menudo lidian con lesiones como la tendinitis o el síndrome de la cintilla iliotibial. Fortalecer los músculos que rodean las articulaciones puede ayudar a prevenir estas lesiones comunes, manteniéndote en la pista.
      4. Mejora de la técnica de carrera: Un cuerpo más fuerte no solo te permite correr más rápido, sino también de manera más eficiente. El entrenamiento de fuerza puede ayudar a corregir desequilibrios musculares y mejorar tu forma de correr, lo que te hará más rápido y menos propenso a lesiones.
      5. Aumento del metabolismo: El entrenamiento de fuerza no solo te hace más rápido, sino que también puede ayudarte a quemar más calorías incluso en reposo.

      Entonces, ¿cuál es la conclusión? No subestimes el poder del entrenamiento de fuerza en tu rutina de running. No solo te hará más fuerte y rápido, sino que también te ayudará a reducir el riesgo de lesiones.

      ¡Nos vemos en la pista!

      Correr no solo es un ejercicio físico, es una experiencia liberadora que nos conecta con nosotras mismas y con el mundo que nos rodea. Pero, como cualquier deporte, ¡tiene sus trucos!

      Aquí tienes algunos consejos específicos para ti:

      1. Encuentra el sujetador deportivo adecuado: ¡Sí, comencemos con la base! Un buen sujetador deportivo no solo brinda comodidad sino también soporte. Busca uno que se adapte a tu tipo de cuerpo y actividad para evitar molestias durante la carrera.
      2. Planifica tus entrenamientos en torno a tu ciclo menstrual: Sí, es importante conocer tu cuerpo. Durante ciertos períodos del mes, es posible que te sientas más energética y fuerte, mientras que en otros momentos necesitarás tomarte las cosas con calma. Ajusta tu plan de entremiento, escuchando tu cuerpo.
      3. Fortalece tu núcleo y tus caderas: ¡El poder está en el centro! Trabajar en tu fuerza central y estabilidad de cadera no solo mejora tu rendimiento, sino que también ayuda a prevenir lesiones comunes en corredoras.
      4. No te olvides del calentamiento y el enfriamiento: Sabemos que a veces solo quieres salir y correr, pero tomarte unos minutos para calentar antes y estirar después puede marcar la diferencia en tu rendimiento y recuperación.
      5. Escucha a tu cuerpo: A veces, las mujeres tendemos a ignorar las señales que nuestro cuerpo nos envía. No lo hagas. Si sientes dolor o fatiga excesiva, detente y descansa. El descanso es igual de importante que el entrenamiento.
      6. Nutrición y hidratación: Mantén tu cuerpo alimentado e hidratado adecuadamente, especialmente en días de entrenamiento intenso. ¡No subestimes el poder de una buena comida y mucha agua ¡Sobre todo con este calor!
      7. Disfruta del camino: Sí, correr es un deporte individual, pero también puede ser una experiencia compartida. Únete a grupos de corredoras y encuentra inspiración en otras mujeres que comparten tu pasión.

      Recuerda, el running es una forma de vida, una expresión de libertad y fortaleza ¡A correr! Nos vemos en la pista.

      Si estás buscando darle un impulso a tu rendimiento y disfrutar más de tus carreras, aquí te vamos a dar algunos consejos prácticos para mejorar tu técnica de carrera y hacer que cada paso cuente.

      1. MANTÉN UNA POSTURA RELAJADA PERO FUERTE

      Cuando corres, es crucial mantener una postura relajada pero fuerte. Imagina una cuerda invisible tirando hacia arriba desde la parte superior de tu cabeza, alineando tu columna vertebral. Relaja los hombros y mantén los codos flexionados cerca de tu cuerpo. Una postura adecuada no solo mejora la eficiencia, sino que también reduce el riesgo de lesiones.

      2. ZANCADAS CONTROLADAS Y PASO LIGERO

      Evita exagerar las zancadas. Mantén pasos controlados y ligeros. Trata de no aterrizar en el talón, para reducir el impacto en tus articulaciones. Este ajuste puede marcar la diferencia en tu comodidad y resistencia a largo plazo.

      3. FOCALIZA EN LA RESPIRACIÓN

      No subestimes una respiración adecuada. Practica una respiración profunda y controlada. Inhala por la nariz y exhala por la boca. Coordinar tu respiración con tus zancadas puede ayudarte a mantener un ritmo constante y mejorar tu resistencia.

      4. FORTALECE TU NÚCLEO Y PIERNAS

      Un núcleo fuerte es la base de una buena técnica de carrera. Incorpora ejercicios que fortalezcan tus abdominales y glúteos. Además, no descuides el trabajo en tus piernas. Un tren inferior fuerte proporciona estabilidad y potencia.

      5. VARÍA TU TERRENO DE ENTRENAMIENTO

      Cambiar tu terreno de carrera puede desafiar diferentes músculos y mejorar la adaptabilidad de tu técnica. Alterna entre diferentes caminos para desarrollar una técnica versátil.

      6. ESTIRA Y RECUPÉRATE ADECUADAMENTE

      La flexibilidad es clave. Dedica tiempo a estirar tus músculos antes y después de correr. Además, asegúrate de darle a tu cuerpo el tiempo necesario para recuperarse. Escucha a tu cuerpo y descansa cuando sea necesario.

      7. ANÁLISIS DE LA TÉCNICA

      Grabar un breve video de tu técnica de carrera puede proporcionarte una visión completa del trabajo que estás realizando. Analiza tu postura, zancadas y brazos. Identifica áreas de mejora y trabaja en ellas gradualmente.

      Recuerda, la mejora de la técnica de carrera lleva tiempo y paciencia. No tengas miedo de experimentar con estos consejos ¡Diviértete en cada carrera y disfruta del progreso!

      ¡Nos vemos en la meta!